Vivir al Día

Vivir al Día

vivir al día

Vivir al día.

 

Una expresión que para unos conlleva vehemencia mientras que para otros energía y dinamismo. ¿Cómo puede ser esto? ¿Y de qué lado deberías estar tú?

Cuando vives al día te centras en el presente, el Ahora. Todo lo demás pasa a un plano secundario y, de la misma forma que no puedes controlarlo directamente, ello no puede controlarte a ti.

Algunos consideran que semejante visión de la realidad implica una actitud descuidada y despreocupada. Una en la que se haría aquello que reportase beneficio sin contar con lo que sería mejor a la larga o que en un pasado marcó el camino más óptimo a seguir.

Pero esto no tiene por qué ser así, ya que…

Preocuparse por el Ahora es Preocuparse por el Mañana

preocuparse por hoy y mañana

Vivir al día no significa que dejes tus planes a largo plazo, sino que desarrolles la oportunidad de cumplir eficientemente las metas intermedias.

¿De qué vale conseguir un “gran” objetivo si no has disfrutado del camino?

Está claro que todos los puntos no son igual de entretenidos y que lograr algo que no todo el mundo consigue reconforta gratamente al Ego.

Ahora bien ¿Cuál es el propósito de estudiar 5 años la carrera de medicina si no te apasiona ser médico? ¿Cuál es la razón por la que la gente perpetúa un trabajo que no le gusta? ¿Qué sentido tiene seguir con una pareja con la que no ya no conectas o nunca lo has hecho?

La razón de estos escenarios anteriores suele ser igual de banal como sencilla. Ya sea tanto por tener prestigio, dinero, poder, etc. como por el simple hecho de no querer cambiar.

El problema de esta situación es que, desconectado de aquello que reporta verdadera felicidad diaria, ninguna cosa puede suplantarla en el largo plazo.

Es decir, ningún logro vacío va a reemplazar el hecho de que hayas estado un gran tiempo haciendo algo que no disfrutabas y encontrabas carente de sentido.

Y lo cierto es que…

Vivir al Día es Vivir con Uno Mismo

Cuando vives al día estás conectado contigo.

Puedes sentirte alegre, cansado, triste, aburrido, pletórico… pero de cualquier manera sientes algo. Comprendes tus emociones y no eres un simple autómata.

Incluso aprendes a valorar las pequeñas cosas, en vez de darlas por contadas.

Eres capaz de disfrutar el momento y de juzgar si lo que estás haciendo surge de tu interior.

Aquello que no resuene contigo te será sencillo de identificar. Lo que sí lo haga te hará sacar una sonrisa al pensarlo. Y lo que puedas estar haciendo que resulte más tedioso o demandante pero que esté alineado con tus valores y propósito lo harás con más ganas.

Eso es, estar conectado con el Ahora no significa que pierdas el propósito de lo que quieres conseguir, sino de encontrar ese propósito en cada pequeña acción que emprendas.

Por tanto, cuando estás conectado con lo que haces y con quien eres, el esfuerzo que te costaba realizar algo se reduce a la mitad y tu motivación se incrementa el doble. Porque pasa a tener un sentido tanto en el momento presente como en el futuro.

Lo que te ayudará a encontrar el…

Amor Fati

amor fati

Según Nietzsche, desarrollar el amor fati implica amar y aceptar todo lo que ocurra, tanto si es bueno como si resulta doloroso.

Quizás lo primero sea sencillo, y lo cierto es que resulta muy complicado perdonar e integrar algo doloroso si no se tiene consciencia de las emociones presentes, si no se es capaz de vivir al día.

Esto no implica una actitud resignada ante aquello que ocurra. Al contrario, hace hincapié en sacar provecho de todo lo que suceda para tratar de entender cuál es el significado que puede tener en la propia vida y tomar acción en correspondencia.

Vivir al día con amor fati no supone adoptar un estilo de vida pasivo. Su intención es la de encontrar un equilibrio entre aceptar aquello fuera del área de influencia, o que ya sea imposible cambiar, y tomar decisiones conscientes para moldear el propio futuro.

Y es que, conectado con uno mismo y los demás, dejando de dar peso al posible estrés y ansiedad, es mucho más sencillo apreciar la Vida en su totalidad.

Viviendo el momento presente de forma completa, sin dejar nada de lado. Dando una importancia ecuánime y no permitiendo que las preocupaciones o expectativas dominen.

 

Así es como muchos llegan a convertirse en Superhombres. Aprendiendo a abrazar lo que sucede y ha sucedido, además de queriéndolo una y otra vez.

Llegando al punto en que si tuviesen la oportunidad de cambiar su pasado no lo harían y seguirían haciendo aquello que hicieron, ya les alegrase o doliese en el alma.

¿Por qué? Porque a pesar de que pueden estar viviendo al día, han aprendido a no valorar las cosas únicamente por motivos hedonistas. Si no que han comprendido que todas tienen un papel relevante y necesario a la hora de convertirles en la persona que son actualmente.

Una persona que han ido escogiendo ser a lo largo del camino, gracias a su capacidad de estar conectados, y que han ido conociendo cada vez más, tanto en sus fortalezas como debilidades.

Para ellos, vivir al día no es una simple acción desorganizada, sino una búsqueda de la armonía entre disfrutar el momento presente y tomar decisiones potenciadoras a largo plazo.

Así es como se acaban transformando en eternos resilientes. Capaces de sobreponerse a las adversidades una y otra vez, no dejando que les condicionen. Pero, especialmente, desarrollando la valentía para reconocerlas como una parte determinante de su vida y profesarles un amor fati.

Pues, …

¿Qué Harías si Solo te Quedasen 24 Horas de Vida?

qué harías si 24 horas

Lo sé, no es una situación común.

Probablemente los pocos que la experimenten conscientemente sea o porque su condición física esté muy deteriorada o porque vayan a intentar cometer un acto de cobardía tras ese tiempo.

Tú simplemente trata de imaginar que estás en la película In Time. O sea, que estás perfectamente sano, pero tienes un reloj cuenta atrás en la muñeca que marca 1 día.

¿Qué querrías hacer? ¿Qué te arrepentirías de no haber hecho antes? ¿Cómo reaccionarías ante la noticia? Y más importante, ¿cómo vivirías el día?

Aquellos que no se han permitido nunca vivir al día desatarían su pulsión e incurrirían en todo tipo de actos desmesurados e incluso ilegales.

Los que han vivido al día sin pensar en nada más probablemente pararían por unos momentos a replantearse qué es aquello que han hecho con su historia y qué es lo que van a dejar atrás. Asustándose al ver la insignificancia de sus actos anteriores e incluso pasándose a la devoción.

En ambos casos vemos el brusco paso de un extremo a otro, debido a que nunca han estado en equilibrio. Por ello les será imposible vivir al día, porque nunca han vivido de verdad.

 

Sin embargo, aquellos que han estado conectados querrán aprovechar la efusividad de su tiempo haciendo aquello que más les guste.

Muchos querrán utilizar lo que les sobre para pasarlo con aquellas personas a las que aprecian y despedirse como consideran “adecuado”.

Otros utilizarán este momento para viajar a un lugar especial y contemplar la vida pasar, de forma relajada y esperanzada.

Pero aquellos que se han convertido en Superhombres no querrán cambiar nada.

Su manera de pasar esas 24 horas será la misma que si tuviesen 48, 64 o 30 años por delante. De hecho, la propia noticia no les asustaría. En su fuero interno todos sus fuegos están apaciguados.

Estas personas están en calma consigo mismas y con su entorno. Saben que lo hecho hecho está, que los errores les hacen aprender más y que no hay razón para quererlo cambiar.

No tienen miedo de lo que pueda pasar, porque son conscientes de que todo este tiempo han disfrutado el regalo que la Vida les ha provisto.

Tampoco tienen la necesidad de despedirse de nadie, enmendar “fallos” o aprovechar a hacer algo no hecho hasta entonces.

Al contrario, estas personas siempre se despiden de los demás con la misma empatía como si fuese la última vez, no están atormentadas por algo que hicieron, sino que lo han entendido, y tampoco tienen la necesidad de reprocharse nada, porque ya se han perdonado a sí mismas.

Por eso, la única opción que les queda es seguir siendo quienes son, de forma íntegra.

Capaces de vivir cada día como si fuese el último, pero como si fuese otro cualquiera.

 

¿Y tú?

¿Cómo pasarías esas 24 horas?

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *