¿Insistes o Desistes? La vida no es plana, ésta presenta altibajos. Y a menos que quieras que estos te mangoneen, los habrás de controlar. Unos días serán más relajados y tu mayor emergencia será “que tus barritas de limón no cuajen”, otros, tendrás que “matar a Dios”. Es probable que no puedas “salvar a todos los gatos callejeros” o lograr todas tus metas. Pero conociendo tu área de influencia serás capaz de analizar tu situación y obrar en función del entorno y tus posibilidades.

Define tu área de influencia y actúa en base a ella: Vivir por pasiva, fuera de tu área de influencia, conlleva estar a merced de las inclemencias del tiempo y los demás. Por el contrario, vivir por activa, dentro de tu área de influencia, radica en tener el máximo control posible sobre uno mismo, para que el resultado de la acción se asemeje al esperado. Al fin y al cabo, no eres un “señuelo … llevado a autodestruirte”, ni un robot de Asimov. Sino un humano con características intrínsecas, contexto, capacidad de cometer errores y asumirlos, y libertad y voluntad para hacer lo que desee, todo esto sin necesidad de estar anclado a unas directrices ineludibles más que las físicas.

Te entiendo, a veces no es sencillo encontrar aquello Verdaderamente Importante. De ser así, trata de ir a la Esencia de las cosas, relájate y no te culpes por preocuparte de algo que los demás consideren “menor”. Actuar por FOMO, plantándote objetivos no alcanzables o haciéndolo con agobio, demasiado rápido o por desesperación causará que desconectes de tu verdadero propósito, no tomes consciencia y cocines “barritas de limón sin limón”. Pues eso solo hará que vivas de lo externo y, como expondría Rick, demostraría que no confías en tu idea principal. Y es que “vivir al máximo el tiempo que te queda” no implica intensidad, sino consciencia, resonar con tus valores y creencias, y ponerte las pilas antes que esperar a que “tu dios despierte”.

¿Qué es lo que “te la pone dura”? No puedes vivir Tu vida si no sabes ni entiendes que puedes esperar de ella. Encontrar sentido a tu existencia, aunque temporal, te ayuda a orientarte. Una vez que encuentres eso por lo que valdría la pena insistir has de preguntarte: ¿realmente vale mi tiempo hacerlo? No es cuánto ni cómo insistes, sino por qué lo haces. Cuando ya estés seguro serás capaz de elegir: Elegir si actuarás o si eso no va contigo. Elegir quedarte o “desaparecer y vivir como los libertarios”. Y elegir ponerte un disfraz que huela mal para poder vivir más o elegir no hacerlo, cuestionarte, como Jerry “¿por qué llevamos esto?” y vivir sin más.

Quizás, como afirma Beth, “te preocupe ser una copia”. Una copia de alguien más, una copia de algo mejor a lo que “no puedes llegar” o hasta un cliché de ésta. Semejante creencia poco hace por tu autoimagen o por tu autonomía, sino más bien te sitúa inconscientemente por debajo de los demás. Cuando, en verdad, solo necesitas escucharte a ti mismo, tus necesidades y ambiciones, para definir tu causa. Así veras lo que realmente buscas, como si eso implica vivir en el Ahora de forma sencilla, como hacen el Rick de la tele y el de la playa. Ten fe en ti mismo, sé el cambio que quieres ver en la sociedad y no dejes que la confusión te divida u obnubile tu visión.

Para actuar desde tu Locus de Control Interno, lo importante es que cada idea sea propia.  No es de extrañar que Rick no se hunda ni aunque le digas que es un señuelo, pues él es su propio referente, y eso es lo importante. Ahora bien, con respecto a temas que te afectan profundamente, que tocan tus instintos básicos, no siempre te puedes fiar, como pasa con las Summer del final. Por eso el dilema del prisionero está destinado a acabar con el peor resultado para ambos jugadores. Porque vives en un mundo donde Crees que tu felicidad surge de insistir en el exterior.

“Huir es inútil”, afirma Rick. Por eso es importante desarrollar la autoconfianza y, siempre que se pueda, “jugar en casa”, en tu área de influencia, donde serás más conocedor de tus capacidades. Dejar de fingir algo, sino hacerlo, hacerlo hasta que forme parte de ti. Insistir si consideras que eso que buscas conlleva trabajo detrás, o desistir si crees que necesitas darle un tiempo, todo en la justa medida. Así pues, esfuérzate por no tener que esforzarte, y si lo haces, que sea con gusto.