3-10: El Ricksajero del Mortimiedo
El Líder del Mundo:
¿Quién es el presidente? ¿un jefe de estado? ¿un jefe del gobierno? ¿el comandante de las Fuerzas Armadas? ¿el responsable de la ejecución de las leyes creadas por el Congreso y de velar por su cumplimiento? ¿O un títere en una actuación en la que pocos toman parte y son conscientes? Según la Casa Blanca, el presidente de los EE. UU. vendría a ser todo lo anterior (excepto lo último), pero su papel ejecutivo a los ojos de los ciudadanos no queda tan claro…
El POTUS (President Of The United States) es a día de hoy una de las figuras más importantes de la Tierra. Al menos a nivel visible, ya que los Estados Unidos son una de las mayores potencias (actualmente la líder) tanto a nivel militar, como tecnológico y de desarrollo. Esta situación privilegiada es uno de los motivos que pueden causar un injusto desempeño de este cargo, pues quien ocupe esta posición puede llegar a creerse no solo el presidente de EE. UU., sino del mundo.
Al fin y al cabo, todo se reduce a una cuestión de política. Cuanta más influencia tenga un país sobre los demás, “más poder” tendrá su representante sobre los otros. Esto lleva a la afirmación del episodio “el despacho del presidente no puede coexistir con un dios vivo que no se someta a él”. Cuando, en verdad, ese individuo no ha sufrido ninguna transformación que le haga “especial” o más digno de ser persona. Sino que sigue siendo un ciudadano al servicio de los demás, como diría Morty, que representa a un grupo mayoritario de personas.
Pero ¿qué pasa con ese “minoritario” o demás grupos de personas que no están de acuerdo con los actos y elecciones de ese representante? La democracia no es tarea sencilla. Es algo imposible, al menos en estos tiempos, tener a todo el mundo contento (más sabiendo que funcionamos en Piloto Automático y con un gran nivel de Ego). Pero esto no significa que no se deba tener en consideración la opinión y sentimientos de los demás. Ya que su total rechazo o ignoración solo consigue generar odio y desconfianza, algo que no fomenta el correcto desarrollo de la estructura que se intentaba adoptar (una que buscaba la adecuada convivencia de Todos). Y es que, en última instancia, un presidente no es una figura independiente, sino un portavoz del Pueblo.
Un ansia de poder y la ceguera inherente provoca que un líder utilice consecuencialistamente a los demás como “cazafantasmas”. No teniendo ni tiempo para permitirle un selfie a un fan y proporcionándole su posición una falsa sensación de control (“no recuerdo haber firmado esa ley”). Rick lo define como “un controlador obsesivo que cree que dirige el mundo y que ordena ataques con drones para paliar sus inseguridades” con “necesidad de ir enseñando la polla”, y no le faltaría mucha razón. Porque, en verdad, sigue siendo igual de humano que como lo era antes, e incluso quizás más vulnerable, por no poder reconocer esa parte suya y creerse intocable.
Entonces, si no coincides en alguna o varias cosas con el presidente de un país, ¿estás en contra de esa persona o ese país que representa? En este episodio puedes ver como te quieren hacer creer lo 2º. Aunque, si te fijas mejor, podrás apreciar que esto no tiene sentido, ya que acatar ciegamente y sin querer las voluntades de un gobernante no sería un Estado libre, sino una dictadura. Por eso Rick exclama: “tienes derecho a no cumplir la orden”, y claro que toda acción tiene consecuencia, incluso la propia inacción. Así, haz que esto te inste a tomar consciencia de que el futuro depende de nosotros, que solo tú eres tu propio juez y el único que puede decidir que está bien y que está mal. Para que, de esta manera, en un Estado “libre” decidas por tu cuenta y sin dejarte condicionar.
Con esto no quiero deslegitimar la labor de estos individuos, ni mucho menos (harto tienen). Sino hacer una llamada a la acción, una llamada para que no haya desigualdades, un abuso de poder ni tantos “Secretos de Estado”. Una llamada para que la gente tome consciencia de que trabaja para su país, pero no porque sea más o menos patriota, sino porque aprecia donde vive. Y una llamada para trazar límites con aquellos que no respetan la individualidad de los demás. Porque la única persona que debería “mandarte” no es el presidente, tu amigo ni tus padres, sino TÚ MISMO”.
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