5-8: Rickuérdate de Mort
Conscientemente Inconsciente:
Consciente e Inconsciente. ¿Enemigos acérrimos o la simbiosis perfecta? Quizás Creas que el subconsciente es impredecible, y que guarda deseos y pulsiones de los que apenas eres consciente, pero que afloran/salen freudianamente. Quizás todo te de igual y vivas en Piloto Automático. Pero existe una posibilidad, una realidad, en la que eres capaz de entender racionalmente tus impulsos y emociones. Una realidad en la que aprendes a aceptar ambos, a abrazarlos y a integrarlos en tu persona. Volviéndote en el proceso, de forma feliz, conscientemente inconsciente:
El Inconsciente, o subconsciente, es aquella parte de ti que actúa sin que tú lo sepas, como cuando respiras. Ésta se encuentra activa continuamente, realizando millones de tareas y prescindiendo de tu atención y permiso, ya que sus cometidos son más primordiales que eso. De hecho, hay algunos tan esenciales y que atañen tus instintos básicos, sobre los que apenas puedes influir completamente, como el latido de tu corazón, apartarse de dolor o sentir atracción por alguien.
Su relación ventaja/coste está clara. Te ayuda a llevar todas tus tareas biológicas, repetitivas y de supervivencia en un 2º plano mientras tú puedes dedicarte a hacer otras cosas. El verdadero problema deriva cuando esta parte asume más responsabilidades de las que debería porque tú no has querido/sabido hacerte cargo de ellas. De forma que, por activa o por pasiva, te transmitirá sus afecciones incontroladamente o acabará por adueñarse de la otra parte “cobarde”.
La consciencia, esa parte Consciente, se encarga de procesar analíticamente los diferentes hechos. No actúa impulsivamente, sino que, racionalmente, integra lo sucedido, le da un significado, lo atañe a un Yo o personalidad Egoica y lo sitúa sobre la realidad conocida. Es una cualidad, diría yo, propiamente humana en la medida en que nos reconocemos como individuos y podemos desarrollar diferentes versiones de una misma historia.
Su papel no está definido, si bien cada uno interpreta diferentes posibles. Algo hipócrita, subjetivo y puramente hipotético, teniendo en cuenta que este significado nacería gracias a esa misma parte. Motivo por el cual no te voy a decir el que la mía se ha autoasociado. Al contrario, te voy a animar a tolerarlo, a comprender que lo esencial no es encontrar el sentido último ni el más verdadero, lo cual te encierra en un ciclo vicioso. Sino que lo primordial es ser feliz con aquello que sea, aprender a “formar equipo con uno mismo”, respetarse y encontrar en ti mismo tu “mayor aliado”.
No es fácil aceptar la realidad, de hecho, sueles rehuir el tener que hacerlo. La consciencia mola, pero gasta muchos recursos, y al Inconsciente no le gusta eso. Él solo piensa en términos cortoplacistas, en sobrevivir. Por ello, te aleja de la idea de lidiar con problemas demandantes, pues “no le pagan por pensar”. Comportándose como un “tacaño primitivo” y desestimándote de tu empresa por resolver esos asuntos que van más allá del corto plazo y la gratificación inmediata.
Al igual que Rick no era capaz de aceptarse a sí mismo de joven y Persona Pájaro no era capaz de aceptar el final de su trágica historia de desamor, tú no eres capaz de aceptar tu vida. No valoras el potencial de tener una vida “auténtica” y te evades, ya sea yendo de fiesta y desinhibiéndote, o ahogándote en tus penurias. Actuando como un “viejo preocupado” o un “idealista modernillo”.
Es probable que pienses que hay un objeto oculto en tu mente que no te deja decidir, o que, como expresa Beth, algo “te ha salido solo”. Esto podría deberse a la educación que has recibido, a la cultura de tu entorno o, muy probablemente, a ambas. De cualquier manera, intentas arreglarlo poniendo el foco fuera. Creyendo que Alguien lo solucionará, cuando solo Tú puedes hacerlo.
La consecuencia de todo esto es que, en ese proceso, no estarás rechazando una situación o adversidad, te estarás rechazando a ti mismo, rechazando tu integridad. Si te dedicas a “guardar todo en el armario” dejarás de ser sincero con tu persona, sino que la ocultarás partes de ti que, como la pólvora, el día que ardan, explotarán. Y cuantas más haya, más fuerte será la explosión.
¿Eres tu pensamiento, o algo más? No concibes cómo puede existir consciencia tras el subconsciente. Ni como, al igual que se cuestiona Rick, es posible que “una mente pueda ocultarse dentro de sí misma”. Y lo cierto es que nunca lo hace igual, de ahí que en este camino estés solo. Las relaciones que cultivas ayudan, pero el peso del asunto recae sobre ti, y es intransferible.
Tienes unas fortalezas y debilidades únicas, unas que te inspiran y motivan, y otras que te aterran o preferirías no recordar. Su combinación será propia de ti y un indicador de quién eres en este momento. Por eso, antes de Creer que necesitas ayuda y orientación de los demás (que, si bien pueden encauzarte, muchas veces lo prefieres por la evasión que te brindan), piénsalo dos veces. Muchas veces se necesita, como le sucede a Rick, tiempo a Solas para reconciliarte con tu mente.
No es fácil pasar tiempo de calidad con uno mismo. En parte porque tampoco se propicia en esta hiperactiva e hiperconectada sociedad. Habrá ocasiones en las que te parezca que “vivir está sobrevalorado” y otras en las que desearías tener una pistola de portales para ir a una realidad alternativa. Momentos en los que tu propia mente subconsciente te caiga bien por la imagen que tenga de ti y otros en los que sabes que “la escena no aguantará mucho más”.
Al fin y al cabo, lo importante de tomar consciencia, es hacerlo con Consciencia. De nada vale tratar de entenderte si en el proceso te juzgas. Si, como Persona Pájaro, te lamentas por la actitud consecuencialista de las otras personas antes que por la propia. Si Crees que tus recuerdos son siempre verídicos e invencibles (algo que podrás refutar aquí), y si no sabes dejarlos ir.
El autocuidado mental requiere de esfuerzo. Pero ese esfuerzo que inviertas en él será el mismo que te permita valorarlo más tarde. No te rindas con tu subconsciente, abrázalo. No te aísles, como hace PP, en una sala donde todos los atributos son emociones negativas. Y no te rechaces a ti mismo ni a tus pensamientos, si están ahí, sean los que sean, es por algo. Necesitarán que los tengas en cuenta, que los respetes o que los superes. Es decir, que inviertas esfuerzo en ellos.
Cuando estás conectado contigo mismo eres capaz de decidir objetivamente. De entender y entenderte. Existen momentos donde la parte consciente puede comprender a la inconsciente, como recalca Rick con su “sé por qué no has disparado”. Un momento donde eres capaz de percibir que la impulsividad solo te aleja de tu felicidad. Donde lo que quieres y lo que haces, coincide. Y donde eres conocedor de que todo aquello que ronda tu mente te define, como recalca Rick a su Yo de joven con su “tú acabarás siendo Yo”, pudiendo inferir positivamente sobre ello.
Las guerras de afuera, como Rick proclama, son reales y falsas, no importan. Las únicas que merecen la pena son las que libras Tú. ¿Acaso te cuestionas aquellas en que embarcas y si realmente las has escogido tú? Y aquellas que libras, ¿las juzgas por tu actitud o por su resultado? Cuando sepas cuál es tu lucha, solo escoge una estrategia, pues la guerra es para el subconsciente.
Tus valores y propósito son tu mayor ayuda. Ellos te animan a pelear y no rendirte. La cuestión no es quién ganaría si tu Inconsciente y Consciente luchasen, sino lograr que sean amigos y aprendan a formar una sinergia. Así verías que el resultado de la interacción de ambos “no es culpa tuya, sino al revés”. Ya no querrías volver acobardado, sino poder saborear cada momento, sacarle su jugo y ser capaz de sumirte conscientemente en la felicidad de la inconsciencia.
Serías capaz de aceptar, tolerar y aprovechar las oportunidades que te da la Vida. Capaz de usar la consciencia más a menudo sin cohibirte. Y capaz de entender que el propio inconsciente pierde peso cuando lo pasas por esa parte racional. Ya no irías por la vida con tu mente inconsciente de manera predeterminada o por gusto. Sino porque en la ocasión presente te serviría de guerrillera o becaria para que tu Consciencia pudiese ocuparse de otros asuntos más lucrativos. En definitiva, la empezarías a amar y a comprender, ya que sabrías que solo así la puedes trascender.
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