¿Qué son las tradiciones? ¿Cuál es su propósito? y ¿Deberías disfrutarlas sin más, venerarlas como una práctica “icónica” o dejarte de tanta tontería? Toda sociedad que lleve tiempo forjando su estructura ha ido sedimentando unas tradiciones tras de sí. Pero el fruto de este trabajo madura rápido, y hay quienes, aprovechándose, lo venden como zumos adulterados que poco se asemejan.

El Día de Acción de Gracias lleva instaurado en América unos cuantos años. Éste conmemora, aparte de la unión de los ingleses con un pueblo colono, la victoria/masacre de este equipo sobre otros nativos americanos, como alude Summer. Por ello, su parte “buena” tuvo, pero como defiende Jerry, al igual que sucede en las elecciones, todo tiene consecuencias. Y el hecho de celebrar tradiciones de manera “descerebrada” no ayuda a la ecuanimidad de cada uno.

Quizás Creas que, a raíz de que no celebramos todos los acontecimientos pasados, aquellas tradiciones que perpetuamos han de poseer algún fundamento. Pero lo cierto es que vives tan inmerso en estas tradiciones y festejos, que acabas olvidándote de que tienen un significado mayor que el de celebrar. Y esta acción de delegar tu crítica racional al desconocimiento común, junto con la comodidad de actuar en Piloto Automático, te impide ver que, como exalta el presidente: “el tesoro que buscas… se oculta detrás de siglos de folclore”, no de ninguna marca o regalo.

Porque el mayor problema de que esto sea tan lejano es, como recalca Rick con el sobreuso de la palabra terrorista, e igual que sucede en el Realytismo de Mauricio Ferraris, que los eventos dejan de “tener peso”. De hecho, si indagas un poco sobre esta tradición americana, verás que no se sabe con exactitud cómo y cuándo surgió. Pues los documentos antiguos son muy pocos y lo que se encuentra por internet está muy sesgado. Aún así, habrá quienes la defiendan a capa y espada.

El tiempo ha difuminado la importancia del hecho que veneras. Por ello, dejas de actuar como su agraciado, sino como su víctima, como su pavo. Así, no eres consciente del porqué de tus acciones y eres fácilmente conducido hacia las tendencias comerciales que otros usan en su favor.

De aquí surge la cuestión: ¿son las tradiciones el sustento del hoy o meras prácticas prostituidas?  Al igual que en el episodio el congreso se alegra más de la subida de sueldo que del país, en el mundo, a las grandes corporaciones les interesa más sus facturaciones que la Magia de la Navidad. Ese mismo motivo es el que conduce a que Rick opine que las tradiciones son estúpidas y que “los países son agencias de empleo para los políticos que se los inventan”. Puesto que él no juzga que te puedas sentir agradecido por lo que tienes, sino que te conviertas en su esclavo.

Y es que, si no te cuestionas como los marines estudiantes “¿de qué lado estás?”, te moverás en base a tus emociones. Ese mismo motivo es por el que a día de hoy se utiliza la tecnología para, como si viviésemos en el medievo, “eutanasiar” a quienes abogan por el uso de la consciencia antes que a aquellos que te venden esa tradición envuelta, como si fuese un caballo de Troya.

El resultado de no utilizar la consciencia es que actuarás de forma reactiva y alejado de tu área de influencia, como expresa el presidente con su “con un buen discurso vendrán varios paletos bien entrenados”. Te harán Creer que tienes que ir a una guerra o defender unos intereses que ni siquiera comprendes pero que supuestamente representarán “el mundo que le quieres dejar a tus hijos”. Y acabarás creyendo que es terrorismo ir en contra de esa arraigada tradición. O que incluso habrás de dejar todo de lado para proteger ese patrimonio que a todos y nadie pertenece.

“Si ganar una discusión te importa es que nunca has vivido” declara Rick. A veces, la mejor opción es trascender el pensamiento común y aceptar que esa “no es tu lucha”. De lo contrario, es probable que vuelvas “desplumado”. Ojalá aprendas a disociarte de tu Ego y comprendas la verdad que entraña la exclamación de Rick “¡vaya a ver al terrorista que hay en el espejo!”. Ya que la mayor amenaza no son las corporaciones ni la sociedad, sino Tú y Tus creencias.