5-5: Amortycan Grickfitti
Amigos de Relleno:
Para. Para de intentar caer bien a todo el mundo. El problema no está en hacerlo, sino en intentarlo. Ya viste en otro artículo que intentas caer bien a la gente por naturaleza. Por ello, trascenderlo puede ser una ardua tarea. Lo principal consiste en Reconocerte y establecer tus propios límites. Para así Ser quién eres, estar orgulloso de ello, no querer cambiar, y vivir Tu vida.
La dimensión relacional del ser humano “no puede existir por sí sola, ha de ser observada”. Ésta involucra al Otro, pero este Otro no puede intervenir si no se le deja. Pues apenas será capaz de ejercer un papel si se le ve como un chiste en vez de como un colega.
¿Cómo vas a ser capaz de expresar lo que quieres, si ni siquiera lo sabes? En ocasiones, como le sucede a Rick, te encontrarás siguiendo la Ley del Espejo. Proyectando tu autoimagen sobre los demás y tachándolos de “pitufos gruñones”. A su vez, puede que, como Jerry, busques aprobación debido a que no te sientes merecedor de lo que haces. Que no seas capaz de ser tu propio referente, de encontrar el Valor que reside en ti mismo y, por el contrario, lo busques en el resto.
Quizás tu rollo sea ir enseñando las cartas poquito a poquito, arrastrarte, ir de malote, manipular, complacer o dar vergüenza a propósito. La cuestión es: ¿por qué actúas así?, ¿por qué eres tan masoquista contigo mismo? y ¿por qué cojones quieres siquiera hacer amigos? ¿Realmente valoras la amistad o solo piensas en rellenar un vacío en tu interior a costa del otro, sea quien sea?
Morty admite que “esto le va algo grande”. Y sí, a ti también te lo hace. Evolucionamos para sobrevivir y relacionarnos con las personas de nuestra tribu. Unas que, de alguna manera u otra, sabrían quiénes somos. Pero ahora todo ha cambiado, vives en una era de la globalización donde puedes llegar a relacionarte con una persona desconocida a través de un avatar imaginario.
Por eso es tan necesario sincerarte contigo mismo. Ya que comprobarás, como yo sigo haciendo a menudo, que, cuando actúas en Piloto Automático, no tratas de formar vínculos con el Otro para Descubrirte a través de él, sino para poder evitar la cruda razón de que estás Solo.
Naces Solo, te nutres y desarrollas Solo y mueres Solo. Las relaciones que estableces en las diferentes etapas (padres, amigos, hijos…) ayudan y hacen más llevadero el proceso, pero no pueden cambiar su forma de devenir. Se ha comprobado que el aislamiento cursa con la aparición de problemas mentales. Pero estos no son completamente evitables si uno no ha sido educado ni ha aprendido a relacionarse correctamente. – pregunta a los influencers que sufren depresión –
Tienes todo el potencial de ser quien quieras. Aunque has de tener presente que es inevitable volver a tus orígenes. Chad lo expresa como: “Tienes mucho poder, pero ¿de qué te sirve si no sabes quién eres?”. Él, a pesar de su fachada indiferente, acaba por desvelar su vulnerabilidad, llegando a llorar cuando ve su vida peligrar y también al final, cuando “es humillado” por su ropa.
Morty afirma: “esto es una selva, espero que encuentre consuelo en solitario”. En última instancia, el camino de autoconocimiento es propio. Si bien pueden acompañarte, nadie puede recorrerlo por ti. En algunos momentos no te parecerá nada divertido y otros querrás dejarte embaucar por tus demonios. Puede que incluso lo empieces a andar y, a los pasitos, te olvides del propósito que tenías, viéndote seducido por alguna gratificación inmediata.
Y es que, por mucho que te esfuerces por que el “dolor no duela”, todas tus afecciones van a acabar afectándote. Intentarlo de otra manera no haría por curarlas, sino por parchearlas hasta que volviesen a molestarte. Te entiendo, no es sencillo dedicarse a la aceptación cuando la crítica implica menos involucramiento emocional a corto plazo. Igualmente, no es sencillo trascender el propio Ego y dejar de compararse con los demás en base a su jerarquía social o por su grado de “patetismo” para intentar sentirte más cómodo contigo mismo. No es sencillo, pero es Revelador.
De nada vale tratar de complacer a alguien para caerle bien, si luego te vas a sentir mal por no actuar congruentemente, algo que repercute directamente sobre tu autoestima. Al fin y al cabo, si tu vida es una mierda, por mucho que la recubras y le des una apariencia ficticia, HUELE. Al igual que Morty le saca uvas a Chad, no puedes pretender presentar tu mejor versión a alguien si continuamente te mueves regido por las apetencias de tu Ego. Pues, trascendido este, verías como hace Rick que “si molo de verdad debería poder quererte”. Ya no juzgarías a los demás ni te compararías con ellos, sino que serías capaz de aceptarlos tal y cómo son porque serías capaz de hacerlo contigo mismo. Si lo piensas, el coche no sería el mejor sistema de defensa de la galaxia si se apagase siempre que alguien lo propusiese. Porque la amistad no interfiere con la asertividad.
Hacer amigos, al igual que tener pareja, no va de completar una media naranja ni de proyectar tus inseguridades sobre el otro. Tampoco va de creer que todo lo que haces tiene que gustar, de ser un parásito a expensas de los demás, de divertirte a su costa o de utilizarlos como tu juguete personal. Sino de crear una relación sostenible, fructífera y saludable, donde ambas partes se beneficien de la sinergia que creen y sean capaces de formar un equipo.
De hecho, es más difícil tener amigos que no tenerlos por este motivo sencillo. Porque una amistad basada en fingir algo que no eres y en fingir que el otro te importa, no es una amistad, es una cárcel. Algo que no te permite expresar libremente como eres, sino que te encasilla en unos estándares que crees adecuados para relacionarte. Estándares que pueden no resonar para nada con tus valores y los del otro, a pesar de que ambos los perpetuéis por condicionamiento social.
Es conocido el dicho de que “los amigos (de verdad) se cuentan con los dedos de la mano”. Hasta me atrevería a decir que sobran demasiados dedos. Y tú, ¿cuántos amigos tienes? Espera, no cuentes los de las redes sociales, mejor piensa: “Si hoy tuviese un accidente, ¿cuántos de ellos vendrían a verme al hospital?”. Incluso mejor, para que no se den asistencias contractuales esperando favores a cambio: “Si hoy me muriese, ¿cuántas personas padecerían mi pérdida?, ¿cuántas serían capaces de dar un discurso (aunque sea para sí mismos) no para demostrar lo bien que se llevaban conmigo, sino lo que echan de menos no poder seguir Compartiéndome?”. Y añádele: “¿Cuántas de ellas serían capaces de guardarme un huequito en su corazón, aun sabiendo que la vida sigue, y no lo tratarían de rellenar con drogas u olvido, sino que lo amarían así?”.
Puedes tener amigos, claro. Pero ¿qué clase de amigos? Según dicen y he podido ratificar, somos el promedio de las 5 personas con las que más estamos en contacto/tenemos afiliación emocional. Esto puede ser muy enriquecedor o muy lastrante. Si te juntas con la gente por el hecho de juntarte y sentirte integrado claro que lo lograrás, pero también te enfadarás fácilmente con ellos porque lo estás contigo mismo. Serás incapaz de tirarte un pedo y estar a gusto.
Jerry mola más que los demonios porque hace lo que le gusta sin intentar encajar (si bien es cierto que la opinión ajena, por su carencia de autoconfianza, le afecta). El coche se acaba expresando como es de verdad, aunque implicase sacar sus facetas “poco socialmente aceptadas”, y se da cuenta de que “no quiere ser otra cosa”, porque es feliz siendo como Es. Y Morty y Summer acaban advirtiendo que, tratando de captar y chantajear al otro, se han esforzado por algo fuera de su área de influencia, quedando, en el proceso, muy desprovistos.
“¿Por qué no me quiere nadie solo por cómo soy?”, se cuestiona Jerry. Al igual que no te das cuenta de que intentas Convencer a los demás para que sean tus amigos, ellos no se dan cuenta de que también lo hacen contigo. De ahí la importancia de la consciencia en las relaciones. Aceptarlo duele, pero este dolor integrado y comprendido acaba por transformarse en placer. La amistad no sigue esquemas de superioridad, trata de iguales. Así, no intentes encajar, respeta al otro y su existencia, quiérelo incondicionalmente y, sobre todo: Vive y deja vivir.
