4-4: Garra y Orden

4-4: Garra y Orden

rick y morty 4-4

Dragones y Mazmorras:

¿Sólo o acompañado? ¿Eres de los que salen a buscar conexiones únicas o a perderte en la tuya? ¿Miras por los demás o solo por ti mismo? ¿Te identificas más con el Dragón o con el Gato? No eres igual a nadie, pues cada uno tiene unas necesidades diferentes. Y así es como las discordias e incompatibilidades emergen en una sociedad donde se te educa para tratar a todos por igual:

Este episodio esta repleto de Dragones y Mazmorras; Con estas últimas me refiero a las mazmorras mentales, unas prisiones que tú mismo creas, y que te encierran y alejan de poder adoptar otros esquemas o patrones de actitud, de comprender la pura realidad. Sería muy eficiente poder obrar en base al calibrado que hayamos hecho de una situación. Pero para el cerebro este proceso consume muchos recursos, y para el Ego sería muy lioso. Asemeja mucho más sencillo forjar una consistente personalidad (aunque aparente vasallaje) que no tener una.

El Dragón busca un vínculo, a un jinete. Para él es algo tan sagrado que ha de firmarse con un Pacto de Sangre. Esta criatura tiene tesoros, algo que podría determinar su valía. Pero para él estos tesoros no valen nada si nadie es capaz de reconocérselos. Su valor como Ser viene de fuera, no de dentro. Y esto le genera agobio si no encuentra a nadie que le de feedback (aunque este sea negativo o implique engaños). Por eso cree necesitar tener órdenes de Morty y ser subyugado.

El Gato, por su parte, busca independencia, vivir a sus anchas. Para él es importante disfrutar el Ahora, estar conectado con lo que sea que esté pasando y no pensar en nada más (“dejar de preguntar tanto y empezar a pasárselo bien”). Estas criaturas son maestras en el arte de la contemplación. Son capaces (como sus familiares felinos) de esperar acechando sigilosamente y quietos a su presa durante horas, hasta que creen tener el momento idóneo para atacar. Aun así, si fallan, vuelven a repetirlo sin cansarse o pensar si tienen algo mejor que hacer.  Su valor como Ser viene de dentro, por ello, aunque la situación le sea adversa, no puede condicionar su obrar.

Puedes pensar que todo esto viene determinado por naturaleza, pero ¿cuál es la nuestra entonces? Aristóteles defendía que somos un zoon politikon, o animal político, y son muchos los que le respaldan al afirmar que no somos nada sin el Otro. Contrariamente, otras personas no niegan que las relaciones son imprescindibles para el desarrollo, pero afirman que estas se basan, en su mayoría, en pactos de conveniencia usados a antojo, como, según Rick, un “poster fluorescente”.

El Dragón proclama que “los orcos trabajan para vivir y los enanos viven para trabajar”. ¿Y tú? ¿vives para que te valoren o te valoras para vivir? Vivimos en una sociedad en la que, como el Gato en la fiesta de drogas, a veces es difícil destacar. De hecho, muchos buscarán que no lo hagas, pues preferirán que, como expresa el Dragón, seas “una propiedad o un cadáver”.

¿Hasta qué punto acaece entonces la individualidad? Rick considera que puede hacer preguntas y divertirse a la vez, ya que el hecho de ser un científico involucra eso. Por el contrario, los deseos de Morty y el Dragón, al igual que de Jerry y el Gato, son incompatibles. A veces necesitas “estar solo y procesar”, otras, salir de tu “guarida”. Ambos extremos tienen consecuencias no deseadas. Puedes preferir que te traten como una “furcia” antes que no sentirte amado, o preferir sentirte vacío y perdido antes que elegir una relación que se te atragante. ¿Pero eres consciente de ello?

Buscas la magia y la fantasía aun sabiendo que solo existen en tu cabeza. “¿Acaso importa eso?”, pregunta el Gato. Importa, importa en la medida en que para ti sea importante. Rick no posee “magia”, pero sabe que tiene “poder de verdad”. Y es que lo importante no es fingir si “la Magia requiere de destreza e ingenio” o suplicar por una, sino empoderarte y crear la Tuya.

“La moraleja de la historia es…” Es que no hay más moraleja que la que tu quieras darle. Morty cree que “nadie debería controlar a nadie” y el Gato que la gracia de hablar es que “sea divertido”. Así que, vivas siendo Dragón o Gato, como diría Rick: “no me digas cómo disfrutar las cosas”.

 

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