3-9: El ABC de Beth
Evadir Responsabilidades:
¿Quién es el responsable de la vida de cada uno? ¿Deberías decidir por ti mismo o delegar tus sentimientos y emociones? Hay personas que te dan un dedo, una mano o nada para ayudarte, y otras que creen ser Ellas Mismas al realizar las tareas que solo le darían a su clon. El problema en ambos casos es que ponen la vista fuera, dejando de lado la búsqueda interna y la responsabilidad:
Este episodio muestra cómo diferentes personajes tratan de evadir su parte de responsabilidad frente a diversas situaciones. Porque esto se les asemeja más sencillo y menos demandante emocionalmente (al menos en el corto plazo) que afrontar abiertamente sus conflictos. Summer afirma: “mi generación desayuna traumas”, pero esto no implica que te hayan educado correctamente para lidiar con ellos ni para que sepas que los abrazos “no te van a matar”.
Común es el escenario mostrado con Beth y Rick. Un escenario donde los hijos culpan a sus padres por cómo les han criado y en quién les “han hecho” convertirse, algo anteriormente tratado. Y es que esta tarea es muy sencilla, pues la relación que tenemos con ellos nos aporta la confianza necesaria para atrevernos a plantearles semejante dilema. Un dilema que pretende generar sentimientos de culpabilidad en ellos pero que solo demuestra la inmadurez de quien lo plantea. Pues, trascendido éste, sabríamos dónde ir, veríamos a Beth declarar “ya no me quedan excusas para no ser quien soy” y a Joan Garriga afirmar “son las monedas que necesito y las que merezco”.
Nuestra facilidad para ser los “clones” de nuestros padres nos aporta la falsa sensación de que “el árbol atrajo a la piña”. Cuando en verdad, como dice Rick, “la piña cayó pegadita al pino”. Ya que éste tiene una clara influencia y quizás pretensiones, pero para nada el control total sobre ella.
Aunque percibas que Rick pudo ser un “padre ausente”, dice 2 verdades que resuenan bastante con la realidad: “Te regalé un mundo propio en vez de un iPad”, aludiendo a que la impronta de los padres (esas “monedas”) es mucho más que algo material de lo que puedas prescindir, lo aceptes o no. Y “si dejas que tu hijo se revuelque por el suelo es normal que lo pisen”, algo que manifiesta la responsabilidad que tienen los padres, pero que no quita para que el comportamiento del niño pueda trascender y ser de múltiples maneras, si bien es cierto que lo condiciona bastante.
¿Eres capaz de aceptar la cruda realidad de que YO soy responsable de MI vida y TÚ eres responsable de TU vida? ¿o prefieres aislarte en tu mundo de Frupilandia? Jerry proyecta sus inseguridades sobre su nueva novia y Beth intenta matar a Tommy porque tenía celos de su familia. Pero, como puedes ver, a la larga esas resoluciones causan que Jerry se sienta impotente y que Beth necesitase un psicólogo para sanar el trauma que ella misma había provocado.
Es fácil evadir la propia responsabilidad. Como Rick cuando rechaza sarcásticamente su papel como “mal padre”, Beth cuando se comporta como una niña envidiosa al no querer pedir perdón a Tommy e incluso excusarse con la futura muerte de su padre, y Jerry con su novia al echar la culpa a sus hijos porque le asusta lo que ella pueda pensar. Pero es mucho más fácil (desde mi opinión y actitud serena cultivada por estas prácticas) aceptar tu papel y compromiso.
Superar un evento traumático no es tarea sencilla. No va de repetirte una mentira hasta que sea verdad, de hacer las cosas sin prisa o por venganza, de ser desconsiderado, cobarde o Egoísta. Según Summer: “superarlo es salir de la cama”, ponerse manos a la obra, aceptar la realidad y tu parte de responsabilidad. Es “quedarte y disfrutar de la vida que por fin sabes has elegido tú”.
Actuar desde un Locus de Control Interno te propicia una mayor estabilidad y autonomía en tu vida. Acepta tu realidad y comprende la de los demás como, según diría Tommy, ese extra de patatas que estas dispuesto a dar gratis. Entiende lo que te hace feliz a ti para poder entender lo que le hace feliz al otro. Asume tu parte de responsabilidad, busca la Esencia de los demás y ensilla tu universo. Pues solo así la tolerancia y autocontrol podrán florecer en tu interior.
aceptación autonomía crianza culpa educación emociones Esencia evadir felicidad impronta Joan Garriga monedas padres proyección responsabilidad tolerancia trascender