2-9: Mira quien purga también
Instintos Básicos:
Purgar o no purgar, he ahí la cuestión. En este episodio vemos un gran guiño a la saga de películas La Purga, donde un país, estado, o, en este caso, planeta alienígena, celebra cada año una noche en la que no existe ley ni orden político-social. Pudiendo así cada persona actuar como quiera y considere, pero sin aparente repercusión futura al volver el orden del sistema. Rick afirma haber estado en más planetas que usan este “Truco”, y es que, en realidad, es una Ilusión:
¿Una noche sin ley justifica un año sin crimen? Podemos pensar que esto es un trato justo que aporta una sensación de seguridad continua (excepto el día clave) a los habitantes. Todo esto a cambio de poder liberar sus “bestias y demonios” internos en un torbellino de crímenes sin pena alguna. Parecería que incluso salen ganando por ambas partes, pero habría que plantearnos ¿es esto algo práctico? Me refiero a si es posible controlar a una gran masa de individuos a cambio de una promesa que dura unas pocas horas anuales.
Personalmente, no creo que esto sea posible. Según las estadísticas de un estudio en el que se comparaba a ladrones que premeditaban sus delitos con ladrones impulsivos, los primeros eran más comunes que los segundos, a diferencia de la creencia común (esto no quiere decir que los demás crímenes funcionen igual, aunque pueda darnos una idea). Sin embargo, los impulsivos eran disuadidos con mayor facilidad cuantas más medidas de seguridad dificultaban su objetivo.
Por tanto, infiero que los crímenes pasionales en ese tipo de sociedad no harían sino aumentar, ya que no se controlan a nivel intelectual sino desde unas creencias y estado mental que no son capaces de refrenar la acción del crimen. Por otra parte, la mayoría de los robos según ese mismo estudio tenía como consecuencia factores monetarios, condición que una purga anual difícilmente contrarrestaría. Además, como vemos en el episodio, esta tendría su origen en un conflicto económico donde se enfrentaría a las clases pobres (mientras las ricas están “a salvo”) para así mermar su demanda pública y una posible sobrepoblación.
Asimismo, me gustaría preguntarte, lector, ¿cómo crees que actuarías en el caso de encontrarte inmerso en esa noche y condiciones? ¿Te unirías a la masacre o tratarías de buscar cobijo?, ya que una posición pacifista no te asegura vivir. El hecho de salir con los demás a celebrar tampoco nos daría inmunidad (aunque la euforia del momento pudiera engañarnos). En realidad, lo más probable es que actuases instintivamente (como cabría de esperar), adoptando una posición de lucha o huida en base a tus posibilidades de vencer o superar cierta circunstancia. De ahí que, como vemos en el capítulo, los campesinos se crecen y van al ataque “unidos” cuando ven a Rick “indefenso” pero frenan en seco e incluso tiran sus armas cuando este desintegra a uno de sus colegas (aunque cupiese la posibilidad de que solo pudiese hacerlo una vez, como es el caso).
Nadie, excepto alguien con la conciencia demasiado nublada o tendencias suicidas, se opondría en susano juicio contra algo que sabe no puede vencer y cuyo proceso tomará su vida. De ahí que no podamos afirmar como actuaríamos en esa clase de situaciones, ya que es nuestra parte más reptiliana y orientada a la supervivencia la que toma el control. Este ejemplo podemos verlo de manera algo más cotidiana en la típica persona que ha comenzado sus clases de artes marciales (o incluso alguna de nivel avanzado, que no practique la visualización ni posea gran autodominio) y que después de llevar 2 meses y creerse el próximo Bruce Lee se encuentra paralizado ante una persona que amenaza su integridad física, ya posea ésta un arma o no.
Como decía, estos instintos reptilianos, o, como los llama Rick, primigenios, son los que van a determinar las acciones y medidas que tomemos ante cierto evento. El problema es que al no estar tan en contacto con ellos (puesto que la sociedad en que vivimos no amenaza nuestra vida a diario ni nos obliga a correr detrás de nuestras presas, cosa que si ocurría en las épocas primitivas donde se forjaron estos instintos), al sernos desconocidos, no entendemos del todo bien cómo funcionan.
O, por el contrario, quizás los entendemos, pero no nos sentimos cómodos cuando deciden por encima de nuestra corteza cerebral (quien toma las decisiones racionales y objetivas).
¿Sería lícito decir que tenemos miedo de nuestros instintos primigenios (un miedo provocado por la parte límbica, quien controla las emociones)? Quizás haya personas más o menos concienciadas, más o menos pudorosas, más o menos cívicas, pero esto podría saberse con el ejemplo que propone Rick – Si estuviésemos surfeando por la web (quizás esto sea más fácil con TOR) y viésemos la miniatura de un video que se titula “Decapitación Humana Sin Censura”, ¿lo querríamos ver? ¿lo clicaríamos, pero cerraríamos los ojos? ¿o directamente pasaríamos de largo (aun sabiendo que no es clickbait)? – La respuesta que nos demos ante ese ejemplo determina cuán integrados estamos con nuestros impulsos más básicos. Y es que, si bien es cierto que hemos de controlarlos en el día a día, ser conscientes de ellos puede acarrear muchos beneficios. Ya que estos pueden ayudarnos (provocando que asomen cuando nos beneficien) o simplemente utilizando el potencial que nos ofrecen para derivarlo a otra área de nuestra vida más productiva.
“Dejas a tu pito al mando y ahora estoy muerto”, exclama Rick. Aunque hemos reflexionado sobre el instinto de lucha y huida, en este episodio apreciamos otro instinto básico que mueve gran parte de las acciones de un personaje. Éste es el instinto de reproducción (del cual ya hemos hablado en otro artículo), que provoca que Morty se “enamore” de Arthrisa (si entendemos enamore como forma resumida de ve a una persona del sexo opuesto y ajena a su tribu que parece poseer las dimensiones estéticas adecuadas y lo suficientemente agradables como para que quiera saciar su pulsión sexual). Un instinto que le lleva a actuar en correspondencia a lo que él Cree que le acercará más a sus fines actuales con ella (tener sexo). Aunque esto le haga poner en juego otras áreas o personas de su vida no relacionadas directamente con su propia supervivencia.
De esta manera, en la medida que controlemos estos impulsos, tanto los de supervivencia como los sexuales, controlaremos nuestra vida. Recuerda, hay que empezar por abajo, y estos instintos son los más básicos. Y para que radiques en cómo lidias con ellos me gustaría que pensases en qué es aquello que saca lo peor de ti, cómo lo hace, cómo te hace sentir y durante cuánto tiempo. También en cómo controlas tu ira reprimida (como el señor del faro, quien no es capaz de gestionarla y culpa a Morty de su propia inseguridad, porque como bien le responde “el que usted odie su manera de escribir no me convierte en mala persona”). Así cómo y cuándo te das cuenta de que ésta está presente, o, si por el contrario, te lo tienen que decir los demás.
Igualmente, ya premedites todos tus actos, los realices impulsivamente, tengas “carta blanca” para ejecutarlos o los lleves a cabo buscando un “bien mayor”, toda acción tiene, inherentemente, una consecuencia (ya sea esta física, mental, o ambas). En ese escenario de purga, aún si pudieses y te apeteciese hacerlo ¿cómo crees que te sentirías después (pasada la euforia)? Morty cree que “no puede ir por ahí cortando cabezas un día al año y dormir bien el resto del tiempo”.
Aquello que, como suena en la canción de fondo (Feels Good), “sienta bien” en un momento concreto, no tiene por qué ser lo que mejor nos va a hacer sentir a la larga. A veces, seguir la estrategia de Rick, “si necesitas algo, lo coges” puede contribuir a nuestra autoconfianza. Pero otras, esa necesidad puede estar tan movida por esos instintos básicos, que, al no estar alineada con tus valores morales y forma racional de entender la sociedad, nos acaba sentando mal.
¿Cómo te sientes al liberar tus pulsiones? ¿Y cómo crees que se siente alguien al cometer un delito? Probablemente muy parecido a si se dedicase a acabar de componer esa canción en la que tanto esfuerzo ha puesto o a conocer a una completa desconocida que le ha atraído mientras caminaba. Es hasta probable, que, como alega Summer, “intentes crear conflicto porque te aburres”. Así que, aprende a canalizar esos impulsos, y como dice Rick, “púrgate el mal rollito”.
amor autoconfianza canalizar economía impulsos instintos premeditar purgar sociedad