2-5: Estamos cerdis

¿Crees en algo? ¿“Dios ha muerto”? ¿y cuál es el verdadero propósito de las religiones? En este episodio se pone de manifiesto la dificultad de respaldar a ciencia cierta una religión, pues esta se sustenta en la fe (una creencia no demostrable en la que se ha de confiar) de sus seguidores.

“¿Es Dios?” se cuestiona Summer. Las religiones con mayor popularidad hoy en día siguen siendo aquellas que comenzaron a formarse hace miles de años. Eso significa que no podemos ver su origen fielmente, si bien es cierto que existen documentos antiguos que aseguran respaldarlas, y que quizás nuestra fe es ciega (como dice Jerry “puede creer que es Dios si quiere”).

Considero que lo más importante a la hora de seguir una religión es observar en qué condiciones se ha formado esta y por qué colectivos tuvo más arraigo. Un modelo evolucionista con el que concuerdo bastante afirma que toda religión que existe hoy en día ha perdurado gracias a que los valores que promovía antiguamente (aunque a día de hoy sean obsoletos) ayudaron a la comunidad a arrejuntarse, a no esparcir el daño entre los semejantes (ya que esto traería un castigo extramundano inherente) y a perdonar, fomentando así la supervivencia de la especie y, por tanto, su reproducción y diseminación (transfiriendo genes con una mayor predisposición religiosa).

“¡Tú no puedes interpretar lo que digan las cabezas!” exclama el director Vagina. ¿Y quién puede? Los documentos religiosos que se guardan han de ser cuidadosamente examinados, ya que su formación y retransmisión pueden haber sido distorsionadas; tiempo atrás, la manera de comunicarse era por el boca a boca, algo que, como demuestra el juego del teléfono escacharrado, no es totalmente confiable (lo cual es apreciable en los dialectos que usaban los colonos antiguos).

Por otra parte, quiero recalcar nuestra preponderancia a creer en “algo” y las zancadillas mentales que nos solemos poner para hacerlo. Adoramos aquello que no controlamos y despreciamos eso que sí. A día de hoy el fuego no es gran cosa (si bien es cierto que hay que usarlo con cuidado), pero lo usamos día a día cuando hace milenios los hombres primitivos bailaban, adoraban y sacrificaban para que cayese un rayo y provocase tal magnificencia de la cual no entendían su integridad (solo que venía del cielo). Así Beth se pregunta “¿Y de qué servirá rezar?”.

Los atajos mentales por los que nuestra mente puede llegar a asunciones erróneas son demasiados, como el sesgo de causalidad que describe Beth. Este dice que casualidad no implica causalidad: habría que repetir un experimento varias veces para comprobar que un resultado no ha sido fruto del azar o nuestra inferencia, por ello se realizan los experimentos de doble ciego. Este sesgo es la base de las supersticiones y el que favorece que lleves un amuleto (foto, anillo, accesorio, prenda…) contigo cuando has de presentarte a un evento importante; porque crees que da suerte (ya que otras veces que lo llevaste contigo las cosas fueron bien). Por ese motivo muchos de nosotros acabamos creyendo en algo sin base científica, como el director Vagina en las cabezas.

El cura asegura que “toda crisis de fe es una oportunidad para sacar más fe”; no podría estar más de acuerdo con él y su cita sobre la reafirmación que solemos hacer acerca de nuestra dimensión espiritual cuando sus cimientos se tambalean. Por ello las sectas suelen componerse de gente desesperada o perdida espiritualmente, porque estas les dan un sustento que subconscientemente (por naturaleza) buscan. Los problemas vienen después, cuando esas creencias ciegan a sus seguidores y comienzan los actos irracionales de fe, como la caza de “brujas”.

¿Quién pone las reglas? ¿Cómo se entiende algo místico? Definitivamente no todos lo hacemos igual, como vemos en la ascensión de los Smith. Las diferencias crean conflicto y pérdida de integridad, y de ahí surge la división en facciones. La cuestión no es si la religión ha hecho algo por ti últimamente, ni si te vuelve “mejor” persona, sino cómo decides expresar tu espiritualidad, si dejas que esta te limite y obnubile, o si la utilizas para tolerar más a los demás y a ti mismo.